Todo para el pueblo, pero... "Tout pour le peuple, rien par le peuple" Esta es una frase que salió de cualquier rey ilustrado del siglo XVIII y que aún se mantiene en algunos de nuestros dirigentes actuales. Un rey español, más castizo, creo que fue Carlos III, dijo: "Mis vasallos son como niños, que lloran cuando se los lava". Aprobada por las Cortes el 31 de octubre de 1978 la Constitución Española abrió las puertas para que parte de los ciudadanos creyeran a pie juntillas todos sus títulos, capítulos, secciones y artículos. Hubo españoles que fueron capaces en meter en apuros a algunas instituciones oficiales con la Constitución en la mano. Recuerdo haber leído en la prensa el caso de un minusválido que según él tenía derecho a estudiar en un Centro Oficial, a pesar de su minusvalia evidente, para sacar el grado de profesor de Educación Física. Otro caso más patético y de "credulidad" en lo que decía la Constitución recién parida (1979) era la de aq