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Mostrando entradas de febrero, 2022

El moto-carro asesino (Un cuento basado en hechos reales, como dicen en las películas de serie B)

El motocarro asesino Jacinto era chatarrero. Compraba todos aquellos materiales de derribos de obras o de casas abandonadas o de  talleres escuetos o de ladronzuelos de chichinabos para revenderlos en el almacén central para ser fundidos en Jerez o en Sevilla. El problema de Jacinto era cargar un carrillo de dos ruedas y tener que subir, arrastrándolo, la empinada cuesta hacia el Barrio Alto que era donde estaba el almacén. A veces conseguía que dos niños colilleros le ayudaran a cambio de unas perras gordas (era a finales de los años 50 del pasado siglo cuando por tres pesetas  al día se pagaba a un jornalero).  Jacinto trabajaba como un mulo. Su esposa Adela, pequeñita, renegrida y contrahecha se quedaba en  un portalillo lleno de cachivaches  mientras que él recorría la ciudad en busca de material.  Una tarde, mientras Adela se amodorraba bañada por el solecito de invierno que salpicaba el interior de su tienda, saltó de susto y luego de emoción cuando vio llegar a su esposo a bordo

El niño de los labios pegados (Un cuento macabeo)

El niño que no movía los labios cuando hablaba   -Buenos días, tenemos cita para las cinco. - Ah, sí. Señora de Restepo. El doctor está terminando, yo la llamaré. - ¿Cómo estás, Adela? Ya me dijo tu marido lo del niño. Nene, ven a mi lado que te vea.  -¿Como te llamas?- preguntó el neurólogo  acariciando la rubia cabellera del niño. -Me llamo Jacinto Restepo de Velgar y Sumillas. El doctor no pudo contener su admiración contemplando hablar al niño mientras que sus labios permanecieron sellados. Se le oía con toda claridad, vocalizaba mucho mejor que un niño de sus misma edad, ocho años. El doctor ya sabía, por su amigo y padre del niño, esa rara "habilidad" de Jacinto, hablar sin mover los labios. Sin duda era el fenómeno mas raro que había visto. No, no era un ventrílocuo. No había truco alguno, era otro fenómeno más de la naturaleza.   "Este niño sería una mina si se le explotara en un circo o en una sala de fiesta o en unos de esos execrables programas de televisión d

Literatura Española: El Buscón

Literatura Española El Buscón    (Editado en el año 1626) Autor: Francisco de Quevedo Leemos en la contraportada: " Quevedo, es, sin lugar a dudas, el genio del Barroco español. Es satírico por temperamento, agudo y observador, crítico mordaz de la mediocridad cortesana" "Yo, señor, soy de Segovia. Mi padre se llamó Clemente Pablo, de oficio barbero y mi madre Aldonza de San Pedro. Decían en el pueblo que ella no era cristiana vieja y era famosa porque reedificaba doncellas cuando perdían el virgo" "Me hice amigo del hijo de don Alonso, un hombre muy rico que me preguntó si quería yo ir  estudiar a Alcalá de henares para acompañar a su timorato hijo. Contesté que sí" "Siempre fue así en la Universidad, tuve que soportar en Alcalá las bromas que me hicieron por nuevo. ¿Qué te han hecho? - preguntó mi amigo y continuó diciendo- el rector tiene la culpa en no poner remedio. Ya nos vengaremos cuando podamos" "Estando en la Universidad me enteré

Memorias de un gato ácrata

Memorias de un gato ácrata "Sí, reconozco que antes de ser un gato libertario fui un gato burgués; criado entre cojines y comiendo pienso de importación.  Todo amor y cuidados de mis amos. Vivía bien pero siempre estaba muy aburrido. Bostezaba, cambiaba de lugar y dormía. Miraba a través del vidrio del ventanal pasar gentes por la calle y animales alegres: perros y gatos. Me daba envidia ser como ellos, libres y sueltos, sin mermeladas amorosas ni carantoñas untuosas. Yo notaba en las venas de mi cuerpo que deseaba salir de aquella jaula de oro, donde todo era perfecto y mi tiempo estaba ajustado a los deseos de mis amos, humanos buenos aunque algo manipuladores. Un día mi ama dejó la puerta de la calle de nuestro hogar abierto, una rendija lo justo para  poder salir yo a la calle. Una súbita energía entró en mi cuerpo  cuando me vi solo en una plazoleta, oía el ruido de los vehículos y las piernas de los humanos que iban de un lugar a otro. Por fin había conseguido la libertad, p