Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2022

¿Quién dirige el mundo?

¿Quién dirige el mundo?   Jacinto, un amigo virtual, me comentó, vía Internet, que hace tiempo vio un docu-film en Youtube titulado " Zeitgeist" que pese a su tremendismo apocalíptico le hizo pensar.  Hay otras personas que creen que lo que verdad ordena y manda, somete y gratifica a la población mundial es el dinero, así de simple. Un dinero que da poder, que es lo máximo que una organización o individuo puede aspirar.  Hace poco se reunieron en Davos un grupo de "invitados" para ver qué es lo que pasa en el mundo. El caso es que el Poder, el Gran Capital y la Alta Política se tejen sobre la urdimbre social para mejor someternos. No es nada nuevo que la  Comisión Trilateral, fundada por Rockefeller en 1973, se creó para reunir a empresarios de Japón, USA, Canadá y algunos países europeos para marcar estrategias a considerar en el desarrollo del mundo capitalista. Jacinto me dijo que en el Grupo Bilderberg es donde se gesta, cada año, el curso de la vida política y

No todas las madres fueron buenas

No todas las madres fueron buenas El novelista Javier Tomeo escribió una obra que tituló "Madres posesivas" (1985). Parafraseando a este autor me inspiré para recordar que hasta bien entrada la década de los años 60, en España, la mayoría de los hijos e hijas obedecían ciegamente a sus padres y que en algunos casos, estos, los padres, abusaban impunemente de esa docilidad.  Recuerdo dos casos, de los muchos que tengo archivados en mi memoria, de hijos adiestrados, decir educados sería una perogrullada, que bajo la premisa del amor filial redujeron a sus hijos a una auténtica esclavitud importándoles un bledo la felicidad y la libertad de sus vástagos.   Caso 1) Viviendo yo en Sanlúcar de Barrameda, en la Baja  Andalucía, conocí a una familia que tuvieron cinco hijos varones. En aquellos tiempos las madres sin hijas pensaban que era su deber "apartar" a uno de los hijos, el de carácter más débil y dulce, para adiestrarlo y afeminarlo (convertirlo en una nena sin serl

Sueños sanadores (Un cuento)

Sueños sanadores   (Un cuento) Adela se despertó aquella mañana por el suave balanceo en el hombro que la doncella le aplicaba con ternura.  -Señora, señora, que son las diez y amaneció un día precioso- casi murmuraba Juana, la doncella de confianza.  Adela abrió una par de veces los párpados como un ejercicio para espabilarse antes de tomar, en la cama, un café negro sin azúcar, saltar después del lecho, desnudarse con  la ayuda de su sirvienta y meterse en la ducha dando un gritito cursi de alegría o de sorpresa esperada. Mientras que le caía el agua cálida sobre su escultural cuerpo recordó que había quedado con Cuqui, la esposa del embajador de Citrania, para montar a caballo por la Pradera del Pico, junto al club hípico. Adela se puso rígida mascullando palabras soeces cuando el despertador sonó. Eran las 6:00 am. Se vistió deprisa; tomó un yogur como desayuno y salió a la calle corriendo hacia la estación de cercanía de Villaverde. Tenía que estar a las 8 en punto en Limpieza Ang

Ciencia Ficción: Un suicidio placentero

Un suicidio placentero     (Ciencia Ficción) El mensaje, vía E-mail; era muy claro: "La Casa del Placer. A la gerencia. Deseo una mujer exuberante, muy exuberante, que no aparente tener más de 40 años de edad, para poder pasar con ella 24 horas sin salir de una habitación" -Ring, ring- Onomatopeya para indicar que alguien llamaba a la puerta de la casa del anciano Jacinto. Un hombre bien conservado aunque no podía disimular sus setenta y algo más años de edad.  -Hola. Es usted el cliente -preguntó con desparpajo Adela. Una mujer de casi 1'80 de alta y de curvas muy rubensnianas. Ella pasó contorneándose junto a Jacinto dejando tras  de sí un rastro de fresco perfume Bleu de Chanel. Jacinto la admiró, más que la miró: tenía clase esta cortesana.  -Por favor, pase usted a mi gabinete- invitó con amabilidad el anciano. Tomamos unas copas, hablamos un rato y después pasaremos al dormitorio. -Como usted guste -contestó la meretriz con cierta  elegancia. Titulares en primera pl

Novela Latinoamericana: Rayuela

Rayuela   Julio Cortázar  Jacinto jamás terminó de leer "Rayuela" quizá debido a algún sortilegio o por lo aburrido y barroco de dicha lectura, dentro del movimiento de la narrativa sudamericana, tan en boga en España a principios de la década de los 70. "Y mirá que apenas nos conocimos y ya la vida urdía lo necesario para desencontrarnos minuciosamente. Como no sabía disimular me di cuenta en seguida de que para verte como yo quería era necesario empezar por cerrar los ojos" "La Maga no sabía demasiado bien por qué había venido a París y Oliveira fue dando cuenta de que con una ligera confusión en materia de personajes, agencias de turismo, lo mismo hubiera podido recalar en Singapur que en la Ciudad del Cabo . En este párrafo de la página 35 de Rayuela se atascó la lectura de Jacinto por encontrarla tediosa ¡Qué sabrá Jacinto! "En el fondo- dijo Gregonevious- París es una enorme metáfora. Golpeó la pipa, aplastó un poco de tabaco . La Maga había encendid