Un libro de mi biblioteca

Tiempo de silencio 

Autor: Luis Martín Santos

En la contraportada de esta novela leemos: "Tiempo de silencio transcurre en Madrid , otoño de 1948. A partir de un accidente estúpido y de sus consecuencias el autor nos muestra con ojos irónicos el panorama completo de los estados sociales de la ciudad"


"Pedro, después de cenar, se sometía al rito de la tertulia. Eran tan amable con él las tres mujeres de la casa. Aquello para él no era una pensión. Se había convertido en una familia protectora y oprimente"


"En la parte interior de la chabola del Muecas estaba el campo de cultivo de la raza cancerígena. Cada ratón estaba metido en una jaula de pájaro de alambre oxidado. Eran los ratones para el laboratorio de Pedro"


"Allí en el poblado de chabolas el Muecas era un privilegiado porque trabajaba para don Pedro. Los otros, eran infrahombres que morirían  pronto de hambre, de tuberculosis, de escrófula, de latirismo, de eruptos de sangre, de temblor progresivo de los calcañares, del dolor de puñaladas en el estómago... Alegre, pues, el Muecas era un ser diferente a ellos"


Una narrativa muy propia de principios de los años 60 es la siguiente:

"¡Qué refringencia de un aire inverosímil difractata las distancias y hace próximo el ensueño, la alucinación mescalítica, el inconsciente colectivo, las huríes que el profeta prometiera a los creyentes setenta veces siete con su nueva virginidad cotinocturna envuelta en transparentes peplos, el arquetipo de lo que deseo desde la cama solitaria desde los trece años de edad, las pantorrillas que hemos comenzado a advertir en la calle"


Resumiendo esta interesante novela.

 Pedro, un científico en ciernes, es solicitado, con lágrimas en los ojos, por su "ayudante" el Muecas porque su niña se le moría. Le suplicó que le acompañara a la chabola porque la niña se iba al otro barrio. A la pregunta de Pedro de por qué no la había llevado a un hospital de la Beneficencia, el Muecas contestó que no podía , que era una cosa muy grave.

Pedro entró en la chabola y encontró a la hija de Pedro bañada en sangre. La habían practicado un carnicero aborto. Estaba muerta. Pedro no podía hacer nada. 

Pedro fue detenido acusado de practicar tal aborto. Encerrado a espera de juicio Pedro se encontraba como abandonado y desesperado "La celda es más bien pequeña. No tiene forma aunque está recién pintada excepto por algunos grafitis realizados por anteriores ocupantes" -meditó Pedro.

Por fin pudo salir de la cárcel porque una vieja curandera del poblado de chabolas se confesó autora del aborto y testificó a favor del joven médico-investigador.

Cuando salió de la cárcel sus seres queridos le aconsejaron se alejara de ese mundo tan raro para preparar una oposición de médico de la Beneficencia, como hacían casi todos los médicos al terminar sus carreras.

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