Justificando una buena vejez
Justificando una buena vejez
Pascal Bruckner, filósofo y autor de una Filosofía de la longevidad escribió:
" Al envejecer hay que mantener el deseo ¿Es la sociedad la que dificulta mantener los deseos o es una decisión personal?
La jubilación no es la puerta abierta a la renuncia sino el momento en que comienza la verdadera vida, con ocio, lecturas, viajes en incluso furtivos amoríos.
No puede haber filosofía del envejecimiento sin diética, con una alimentación sana y adecuada a la edad y con ejercicios físicos moderados. Es la realidad.
El neosalvajismo que nos asola es el síntoma de un mundo civilizado que intenta volver a conectar con sus raíces y extraer la fuerza perdida de los animales y de la naturaleza.
El culto actual a la juventud es perturbador. El juvenialismo es el signo de una sociedad envejecida que quiere recuperar la fuerza y el dinamismo de la adolescencia después de haber cumplido los cincuenta años de edad. Este juvenialismo surgió a finales del siglo 19 como una revuelta contra una sociedad esclerotizada. Luego, poco a poco, se extendió a todos los grupos de edad sobre todo después de 1968 y ya no sorprende ver a abuelitas sobre una patinete eléctrico y ancianos disfrazados de aventureros y deportistas. En realidad, nadie se resigna a una decadencia física ni mental.
Cumplir años es aprender a economizar las fuerzas pero para prodigarse más cuando sean necesarias. Hay que diferenciar a un hombre anciano de un hombre senil. El primero aún saca fuerzas para ser él mismo y el otro, el senil, acepta la decadencia con sumisión y como meta final"
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