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Mostrando entradas de noviembre, 2023

¿Adónde vas, españa?

¿Adónde vas, España? Algo falla en nuestro sistema democrático. Se ha visto y se ha comprobado que el sistema multipartidista es un craso error . Mucho más justo sería y es un sistema bipartidista o incluso tripartidista. Un partido conservador o de derechas, un partido progresista o de izquierda y un partido central o independiente que aglutinaría a los que no desean ser ni conservadores ni progresistas; un partido que acunaría a los descontentos del sistema vigente, si es que votan.  La caterva de partidos y partidillos que tenemos en España,  tantos locales como regionales podrían existir siempre que apoyen a uno de los tres partidos  "oficiales"existentes. España se libraría así de ese horrible chamarileo de compra-venta de votos a cambio de favores a tal o cual partidete cuya existencia solo sirve para incordiar el normal desarrollo de cualquier democracia. Una mayoría simple en una elección siempre será más lógico y natural que esa proporción de votos  necesarios según

Una desigualdad controlada puede ser saludable

Una desigualdad controlada puede ser saludable Hace varias décadas España era variopinta. En cada región, provincia o ciudad había algún signo distintivo que la hacía diferente, pintoresca, sobre todo en el habla y en el léxico del mundo rural de cosas tan habituales como son los utensilios del hogar y los aperos de labranza. En el Atlas Ligüístico y Etnográfica de Andalucía del año 1961 encontramos, como curiosidad, un mismo objeto conocido por diferentes sustantivos según la provincia o región.  Hemos escogidos cuatro zonas para mostrar diferentes hablas. La zona A) Jaén Occidental; la zona B) Jaén Oriental; la zona C) Cádiz y la zona D) Granada. Acequia es llamada en la zona A, caz; en la B y C, acequia y en la D, gabia. Mejorana, en la A, majoleto; en la B, majoleto; en la C, espino y en la D, pincho maholeto Sandía, en A, asandía; en B, sandría; en C, asandía y en D, asandría. Abubilla, en A, cajonera; en B, bubiya; en C, grajilla y en D, abubiya Pesebre, en A, jamallona; en B, pi

¿Qué hay debajo de tu alma?

¿Qué hay debajo de tu alma? Cuentan que Emilia    Pardo-Bazán fundó una revista literaria donde ella solamente escribía.  Mi amigo Jacinto dice que él escribe por el mero placer de escribir y no necesita estar encasillado por nadie para expresar sus opiniones en un Blog mensual que edita como, por ejemplo, este cuento que me mostró: "Adela estaba allí. Quieta y seria enmarcada por un ventano taladrado en el cristal de seguridad de aquel despacho de Loterías y Apuestas del Estado. Adela no era especialmente bella aunque poseía unos rasgos faciales bastantes agradables ante los ojos de cualquier hombre. Adela era un mujer soltera que rondaba los sesenta años de edad.  Jacinto, un profesor jubilado, viudo y todavía de buen ver, visitaba la administración de loterías cada semana para echar un boleto de la Primitiva. -Buenos dias don Jacinto-  saludaba la expendedora. -Buenos días Adela. Veamos si para la semana que viene me das un buen premio -Por mí que no falte, contestó Adela esboz

El aburrimiento

El aburrimiento Es un mal que afecta en mayor o menor proporción a la mayoría de las personas. Aparte de ser una falta de interés  por todo aquello que nos rodea dificulta nuestra capacidad de concentración y nos hace ser personas dispersas y carentes de motivación. Las personas aburridas, desmotivadas, sufren con aquellos escasos estímulos producido por su propio entorno, un habitat inadecuado para despertar interés por la propia vida. Todo el mundo se aburre de vez en cuando pero lo peor es cuando un individuo se aburre constantemente, siendo incapaz de encontrar otros estímulos a su vida.  Esos jubilados que cuando son forzados a dejar su trabajo no saben en qué ocupar su tiempo libre y se dedican a beber; un diez por ciento de los jubilados mueren debido a enfermedades relacionados con la ingesta inmoderada de alcohol, enfermedades del higado como la cirrosis hepática. Una pena, todo esto provocado por un aburrimiento descontrolado.   Hay personajes bien situados económicamente que

Churros (Un Cuento de Navidad)

Churros  (Un Cuento de Navidad) Hacía frío aquella hora de la mañana en la Costa Tropical de Salobreña. Un cielo azul intenso y un mar tranquilo no aliviaba el calvario de la espera de Jacinto. Los dedos de los pies, pese a estar protegidos por gruesos calcetines y recias botas comenzaron a protestar. Sí, él sabia que casi a sus ochenta años de edad no podía hacer tonterías ni extravagancias que perjudicara su salud. Pero aquel día se sentía diferente. Jacinto antes de jubilarse como funcionario de Correos, cartero en el lenguaje coloquial, ya había comprado aquella casita con vista al mar pero situada en lo alto del pueblo, con calles y escaleras empinadas que ahora se convirtieron en obstáculos para bajar a la playa para poder caminar por el paseo marítimo. De todas formas él se sentia satisfecho con su vida pasada, pues aparte de tener un trabajo alimentario suficiente para vivir casi bien en la casa que heredó de sus padres en el Realejo, tenía tiempo de sobra para dedicarse a su p