¿Adónde vas, españa?

¿Adónde vas, España?


Algo falla en nuestro sistema democrático. Se ha visto y se ha comprobado que el sistema multipartidista es un craso error . Mucho más justo sería y es un sistema bipartidista o incluso tripartidista. Un partido conservador o de derechas, un partido progresista o de izquierda y un partido central o independiente que aglutinaría a los que no desean ser ni conservadores ni progresistas; un partido que acunaría a los descontentos del sistema vigente, si es que votan. 

La caterva de partidos y partidillos que tenemos en España,  tantos locales como regionales podrían existir siempre que apoyen a uno de los tres partidos  "oficiales"existentes. España se libraría así de ese horrible chamarileo de compra-venta de votos a cambio de favores a tal o cual partidete cuya existencia solo sirve para incordiar el normal desarrollo de cualquier democracia.

Una mayoría simple en una elección siempre será más lógico y natural que esa proporción de votos  necesarios según la regla de no se qué.

En política el poder es muy adiptivo y hay personajes que una vez que alcanzaron la cumbre no se bajan de la torre ni por obediencia papal. Recordemos los casos de aquellos multimillonarios expresidentes de la US y de Italia. Amaban tanto el poder que gastaron parte de su fortuna por mantenerlo.

En un corto pero interesante artículo leí en La Voz de Asturias: 

"Max Weber hacía una distinción entre vivir para la política y vivir de la politca. Vivir de la política crea tanta o más adipción que la droga. Raras son las personas vividoras de la política que libremente se desenganchen.

¿Quién vive de la politica en España? Los que en su vida no han hecho otra cosa y los que nunca trabajaron en la empresa privada ni propia. Los que antes ganaban, trabajando como asalariados, menos de dos mil euros al mes y ahora ganan un salarios de más de cinco mil euros mensuales más gastos de representación  aparte.

El politico asalariado una vez que ha probado el dinero fácil nunca se retirará de la política al menos que lo echen. Vivir de la politica es más perjucicial para la sociedad que el narcotráfico"

 Cuando se gestó nuestro sistema democrático, en 1976 apareció un artículo en una prestigiosa revista española de la época que decía: "Pocas veces habrá sido más escuchado el evangelio "creced y multiplicaos" y lo oficial habrá distado más de lo real . En España se cuenta en la actualidad con casi doscientos partidos políticos que desean el poder para las próximas elecciones de 1978"

Vemos la lista y nos asombramos de las siglas. Sacamos unas cuantas de ellas: CEDADE, Club de Amigos de Europa; UDC, Unión Democrática de Cataluña; FNC, Front Nacional Catalá; RS, Reconstrucción Socialista; ORT, Organización Revolucionaria de Trabajadores; GARI, Grupo de Acción Revolucionaria Internacional; UPG, Unión Povo Galego... y así hasta completar 118 siglas de carácter político. Tener poder engancha.

El poder o Poder en mayúscula es untuoso, pegajoso y, según nos dicen, muy hermoso. 

Tener Poder es como sentirse un demidios frente a un rebaño de ovejas, obedientes o díscolas, pero en el fondo todas son ovejas y algunos carneros también. 

Bertrand Russell decía que en el ser humano existe un impulso hacia el poder, esta tendencia natural se refleja en las emociones y en los sentimientos; los que conforman el deseo por el poder y la gloria se sienten diferentes, elegidos. La única forma de obtener la gloria es por medio del poder, tanto el deseo de poder como el deseo de la gloria son idénticos. 

¿Aceptamos a los que están en el poder a cambio de cualquier precio? La Historia lo dirá... en unos años.

Terminamos nuestro análisis recordando al gran don Ramón Tamames con su obra "¿Adónde vas, España?" (Editorial Planeta, 1976)

 

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