¿Qué hay debajo de tu alma?

¿Qué hay debajo de tu alma?


Cuentan que Emilia  Pardo-Bazán fundó una revista literaria donde ella solamente escribía. 

Mi amigo Jacinto dice que él escribe por el mero placer de escribir y no necesita estar encasillado por nadie para expresar sus opiniones en un Blog mensual que edita como, por ejemplo, este cuento que me mostró:

"Adela estaba allí. Quieta y seria enmarcada por un ventano taladrado en el cristal de seguridad de aquel despacho de Loterías y Apuestas del Estado. Adela no era especialmente bella aunque poseía unos rasgos faciales bastantes agradables ante los ojos de cualquier hombre. Adela era un mujer soltera que rondaba los sesenta años de edad. 

Jacinto, un profesor jubilado, viudo y todavía de buen ver, visitaba la administración de loterías cada semana para echar un boleto de la Primitiva.

-Buenos dias don Jacinto-  saludaba la expendedora.

-Buenos días Adela. Veamos si para la semana que viene me das un buen premio

-Por mí que no falte, contestó Adela esbozando una medio sonrisa.

-¿Para qué quiere este vejestrio el dinero si vive solo en un piso de su propiedad, no tiene ninguna carga familiar y recibe cada mes una buena paga de jubilación? - Se dijo Adela mientras se colocaba bien los tirantes del sujetador. 

- La gente no se conforma con lo que tiene -siguió Adela pensando- yo llevo metida en esta jaula años para poder vivir y apenas me quejo de la vida. Cuando  desde aquí veo el sol en la calle y la gente pasear yo me conformo con mi situación que es estar metida en esta pecera sin agua pero llena de frustraciones. 

Los pensamientos de Adela fueron interrumpidos por la llegada de una clienta habitual que caminaba aferrada a un andador, un tacatá de adulto, que a sus casi 90 años compraba bastante tipos de loterías y quinielas y de todo lo rifable que había en el despacho.

- Buenos días Adelita -saludó con familiaridad la anciana.

-Buenos días ¿cómo estamos hoy, doña Isabel?

-No se tú, pero yo estoy fatal. Me duele todo el cuerpo

Mientras que la lotera recortaba los billetes de loterías y trajinaba en la máquina para sacar la Primitiva, el Euromillón y el Sursum Corda le dió por pensar.

-Para qué querrá esta vieja que le toque un premio millonario si le queda un soplo de vida?

-Gracias guapetona -saludó la anciana al despedirse.

-Adios, suerte y hasta la próxima."


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