El Códice de CYRURGIA de Teodorico. Año de 1245

Una curiosidad: El Códice de Teodorico. Año 1245

Biblioteca Universitaria de Granada. 

 La Introducción dice que Teodorico  Borgonogni nació hacia el año 1205 y que ingresó en la Orden Dominica de Predicadores. Después fue obispo, además de aprender el arte de la cirugía de su padre Hugo Borgonogni.

 * Para sanar las llagas ulceradas. Usar emplaste de cebollas cocidas en vino. O de hojas de olivos frecas.

* Fractura de hueso sin herida. Colocar el hueso en su sitio untando después el lugar con enjundia de puerco (tocino) y miel, vendar.

* Fístulas. Lo más recomendado es usar el ungüento de los doce apóstoles de Avicena: pimienta, pelitre, arsénico, agallas, alumbre, tártaro, mostaza, eléboro blanco y negro, cardenillo, ana, cal viva y jabón morisco.

* Furúnculo es un apostema caliente. Una vez abierto aplicar alrededor de él un ungüento compuesto de sarcocola y miel a parte iguales.

* Bocio. Se deberá rajar saturando después la herida y aplicándole estopas bañada en clara de huevo o vinagre o agua. Se recomienda comer pan bien cocido, carne de carnero castrado de un año, cabritos, pollo, perdices y vino bermejo oloroso.

* Verrugas y callos. Las peores son las verrugas del pene. Se purga el humor causante y después aplicar los aceites de rosa y de mirto mezclados con ceniza de sarmiento de vid y vinagre. Para los callos se emplasta con panal de colmena y después, cuando se ablande, se corta el callo con una tijeras.

* Hemorroides. Se recomienda hacer una sangría de la vena hepática y después colocar emplaste de acacia, almáciga, ajenjo, sangre de drago, tela de araña, pelos de liebre, cola de pescado, cola de carpintero, agallas y zumaque.

* Manchas en la cara. Untar la cara con jabón francés y con sal nitro, disueltos ambos con vinagre, lavándose antes la cara con agua de decocción de ajenjo.

* Esquinancia. Es un flemón que se engorda en la garganta y que dificulta la respiración. Se debe hacer una sangría en la vena de debajo de la lengua.

* Como hacer aceite de rosas. Usar flores de rosas verdes puestas en una redoma, una libra, más dos libras de aceite. Dejar todo al sol por cuarenta días. Exprimir y filtrar. Este aceite es recomendable para las fiebres aplicando sobre la frente y sobre las palmas de las manos.  

 



Comentarios

Entradas populares de este blog

Churros (Un Cuento de Navidad)

Altos Cargos Políticos ¿Una nueva Aristocracia?

Un cuento onírico: El ornitólogo