Adela, presentadora de televisión

Adela, Presentadora de Televisión


"Nuestros amigos" es el programa de televisión con más audiencia de todas las otras cadenas televisivas, con un share imbatible. Es un talk-show presentado por la influyente mediática Adela Eldorado.

Adela tiene la edad de la incertidumbre biológica por esa manía que tienen la mayoría de las mujeres cincuentonas en aparentar una edad más joven que la real, una edad que ya pasó. Adela es atractiva sin llegar a ser una belleza empachosa. Adela es muy importante. Gana mucho dinero y más desde que apoyó directamente, por indicación de la directiva de KJ-25, la emisora televisiva, a aquel sujeto dedicado a la política populachera que tenía suficiente dinero  como para financiar casi en su totalidad  "Nuestros amigos" dictando, maquillado por los guionistas,  la orientación política y personal del magnate  empresarial don Luis Pernales.

Adela en dos años se convirtió en un icono, en el paradigma de lo que debía ser una exitosa presentadora de televisión. Ella era astuta, rápida de mente y  convencía con su locuacidad todo lo que decía y propagaba. Hablaba con una tremenda vehemencia sobre el gran hombre, el futuro salvapatria y de lo que era y había sido don Luis Pernales. Echaba flores dialécticas sobre su transparencia política, su deseo para hacer un país más sano, fuerte  y habitable y toda esa parafernalia mentirosa con la que se suele halagar una persona a sueldo de otra.


En los últimos meses Adela comenzó a padecer una migraña insoportable que le nublaba la vista y si no fuera por los calmantes que le recetó su médico nunca podría salir de casa. Una migraña que, a intervalos, tenía el fatídico don de hacerle pensar. Ella meditaba en lo  bajo que había caído defendiendo en su programa a un personaje impresentable que con su dinero se apropió de la voluntad de la famosa KJ-25. No lo soportaba, una parte de su conciencia le decía: Tú sigues, mientras que te paguen varios millones de euros al año ¿que más te da?. No, no era eso. La otra parte de su conciencia, se supone que la honesta, se rebelaba y le indicaba que ya era hora de terminar con esa farsa. Que se defendiera con sus embustes y excentricidades el propio don Luis. Que ella abandonara todo y se fuera a descansar a Ibiza y que le diera por saco a la emisora, a los guionistas y los adláteres del corrupto don Luis.

Tras ducharse y comprobar en el espejo el deterioro real de su cuerpo desnudo a causa de la edad, cincuenta y tantos años pero manteniendo una cara de muñequita de porcelana rellena de botox y  manipulada por diversos tratamientos de cirugía estética esbozó una agria sonrisa y suspiró recordando, ya era casi una tortura, tener que llegar al plató, repasar el guión del día y decir a los espectadores, a veces veladamente y otras directamente, las bondades de  los supuestos principios político de don Luis Pernales. Fue vomitivo realizar esta tarea diaria, de lunes a viernes, durante dos años. 

¿Qué hacer? Adela era pragmática. Recordó que antes de ser una famosa y cotizada presentadora televisiva trabajó como camarera en un bar de copas para poder ganar lo suficiente para vivir con dignidad. Uno de los muchos amantes que tuvo,   era un famoso locutor de radio que consiguió que la emplearan en una emisora. Una cosa llevó a otra; una television local escuchó su voz que era grata y con una dicción agradable y la contrató.  Después de mucho trabajo y otras visicitudes  consiguió ser la número uno de la cadena KJ-25.

 Ahora, no podía echar su presente y futuro a tierra negándose a propagar las idioteces inmorales y las sandeces que decía y hacía don Luis Pernales.


Amanece un día esplendoroso del mes de junio. Son las ocho de la mañana. Adela apaga el despertador y se dirige a la ducha mientras que el café se hace. Sale del cuarto de baño en bata, se sienta ante la mesa de cocina, se toma dos comprimidos de Propranolol. Conecta la radio.

"La ciudad, el país se levanta consternado ante la noticia trágica del fallecimiento, por caída desde un octavo piso, del magnate don Luis Pernales, candidato a la presidencia de nuestra patria"

Adela, apaga la radio y su faz se transfigura. Es otra persona. La migraña ha desaparecido. Las hormonas de la serotonina, la dopamina, la oxitocina y la endorfinas emergen de algún rincón de su cerebro. Se siente feliz, se siente plena, se siente...libre.



 

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