Un apartamento en la playa

Un apartamento en la playa

En la década de los años 80 del pasado siglo las constructoras y las inmobiliarias florecieron como setas gracias al deseo generado, con una agresiva publicidad, entre las clases media-media, donde él y ella trabajan como profesionales, para que adquirieran un piso en un lugar costero, por supuesto, no siempre en primera línea de playa.

Sí, cualquier matrimonio (entonces la gente no se amancebaba como ahora) ya acabó de pagar la hipoteca del hogar habitual bien podía comprar un apartamento en la playa para, entre otras cosas, demostrar su estatus social. Las esposas eran más dadas a influir en esta decision que los hombres, ya que algunos de ellos razonaron que por fin descansaron de pagar  la hipoteca de la casa y que ahora sí que podían viajar y alojarse en buenos hoteles en las mejores playas de moda.

Como todo en la vida va relacionado con el dinero, los matrimonios con pocos recursos compraron un pisito "playero" ¿por qué son llamados apartamentos? Las mayorías de ellos están bastante alejados de la costa, en una zona excesivamente soleada y ruidosa y lo peor de todo, alejada de cualquier supermercado. En una zona donde poder aparcar el coche es difícil y  más aún dejar el vehículo cercano a la playa. Todo aparenta ser estupendo hasta que los niños se hacen mayores y dicen que, en vacaciones, lo que ellos quieren es coger la mochila y viajar por el mundo. 

Con el tiempo, ya  con este matrimonio tipo cercano a los setenta años de edad, ambos cónyuges, hasta el moño del susodicho apartamento. Reciben notificaciones del presidente de la comunidad para que ingrese dinero para el arreglo del ascensor, para las goteras de la terraza o la pintura de la fachada. Adela y Jacinto se cansaron de ver, en vacaciones y ahora ambos jubilados, las mismas caras y de tener que oír los achaques de sus ancianos convecinos y lo peor de todo se enfadan cuando  caen en la cuenta que con todo el dinero gastado en la adquisición del apartamento y de los gastos derivados de su mantenimiento habría sobrado para vivir, durante todas sus vacaciones, como reyes en cualquier hotel "todo-incluido" en lugares fantásticos y elegantes de nuestro litoral, sin tener que lavar, limpiar y cocinar Adela en condiciones peores que en su vivienda habitual. ¿Fueron timados? No del todo, fueron usados para enriquecer a los de siempre.

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